TCTS - Terapia Cognitiva Transdiagnóstica Sintética

 

Los doctores Victoriano Ramos y José Antonio Piqueras han presentado su modelo de psicoterapia denominado Terapia Cognitiva Transdiagnóstica Sintética, como conferencia, el pasado mes de Febrero de 2015 en el XVI congreso Virtual Interpsiquis de Psiquiatría.com. 

 

 

Terapia Cognitiva Transdiagnóstica Sintética

La TCTS nace con la intención de simplificar los abordajes psicoterapéuticos con el objetivo de reducir la duración de los tratamientos psicológicos a la vez que optimizar sus resultados. La novedad consiste en aclarar y delimitar lo que es una "técnica" o herramienta terapéutica" de lo que suele denominarse "terapia psicológica". Así, más adecuado que hablar de nueva psicoterapia, sería definirla como un nuevo enfoque terapéutico o “protocolo” de evaluación e intervención.

La TCTS se basa en la psicología cognitiva, la neuropsicología y los enfoques  cognitivo- conductuales, además de acercarse a las tesis transdiagnósticas más actuales. Desde la psicología cognitiva, entiende que cualquier psicoterapia, en el fondo, incluye el procesamiento de información; desde el enfoque cognitivo-conductual que el cambio de conducta produce cambios en emociones y pensamientos, y desde la neuropsicología se centra en el control ejecutivo como base para el procesamiento de la información. 

Para su desarrollo y síntesis utiliza los conocimientos proporcionados por los estudios científicos disponibles y revisa las herramientas terapéuticas utilizadas históricamente por otras psicoterapias llegando a la conclusión de que, con variantes y múltiples nomenclaturas, son similares (técnicas de reestructuración cognitiva, exposición, relajación, entrenamiento asertivo, resolución de problemas, programación de actividades agradables, psicoeducación , aceptación, programas de higiene del sueño, entrenamiento en comunicación, autoinstrucciones, habilidades de negociación, experimentos conductuales, habilidades instrumentales; además de otras herramientas muy comunes en cualquier psicoterapia como son el uso de metáforas, acotación y/o aclaración de conceptos o ideas, perspectiva desde “el otro”, etc.). La combinación de alguna o varias de estas técnicas o herramientas terapéuticas son lo que conforman las diferentes psicoterapias hasta ahora conocidas, aun partiendo de diferentes marcos o modelos explicativos. La TCTS propone la selección de técnicas concretas para un tratamiento específico dirigido a un paciente, consistiendo parte del protocolo, llegado el momento, en la adecuada selección de técnicas. Este punto de vista de la TCTS coincide en gran medida con los supuestos de la terapia cognitivo-conductual transdiagnóstica. El transdiagnóstico es una nueva forma de concebir los trastornos mentales, no centrándose en lo específico de cada trastorno, sino en los procesos cognitivos y conductuales comunes que subyacen a la mayoría de ellos, basándose en una concepción dimensional de la psicopatología. Se sintetizan también, desde los planteamientos cognitivo-conducatuales, las dos psicoterapias más conocidas y estudiadas, concretamente los errores o distorsiones de Beck y las ideas irracionales de Ellis.

Desde el punto de vista integrativo y desde las aportaciones de la neuropsicología, la TCTS propone la solución de problemas como técnica cognitiva, siendo la resolución de problemas un proceso cognitivo crucial de alto nivel dentro de las funciones ejecutivas. Del mismo modo, la psicoeducación también puede ser considerada como técnica de reestructuración cognitiva al modificar áreas de memoria con contenidos cognitivos que, al ser novedosos, influyen en el procesamiento cognitivo al disponer el cerebro de nueva información.

Además de estas bases en las que se asienta, la TCTS considera algunos aspectos adicionales, como lo son: a) la perspectiva fundamental de los seres vivos de búsqueda del bienestar y la evitación del malestar como mecanismo de supervivencia y que enlaza con los objetivos que cualquier psicoterapia persigue: bien el alivio del sufrimiento, bien el desarrollo de potencialidades (resiliencia, o fortaleza, si empleamos un término español equivalente) para buscar la satisfacción personal o felicidad y que se acerca a las nuevas aportaciones desde la psicología positiva. Esta perspectiva está basada históricamente desde (Epicuro) pasando por Ekman, Plutchik o Millon más recientemente);  b) concepción del término “emoción” como un contenido informativo compuesto de otros dos: las sensaciones físicas (sistema límbico) y la interpretación (ideas o pensamientos) de esos estados corporales (sistema cortical) implicando el procesamiento de la información por cortex frontal (funciones ejecutivas) para el cual son necesarios otros procesos computacionales como la transformación, síntesis, elaboración, categorización, comparación, almacenamiento, recuperación y utilización de estímulos sensoriales, que culminan en lo que entendemos como resolución de problemas, emisión de juicios, categorización de emociones, etc.; c) la aclaración y concreción de términos (etiqueta-concepto), que incluye la delimitación del término “cognición". Según la RAE, "cognición" hace referencia a "conocimiento", es decir, "información". Sin embargo, en nuestros cerebros existe "información (conocimiento)" genéticamente programada además de la producida por nuestras experiencias a lo largo de la vida. Con esto pretendemos sentar las bases de que la "información (cogniciones o conocimiento) contenida en nuestras neuronas es es mucho más amplia que los "pensamientos" que serían parte de nuestras cogniciones; d) en la misma línea, delimitar el término “reestructuración cognitiva”, distinguiendo si hacemos referencia a él como variable independiente (técnicas) o como variable dependiente (resultado tras un proceso terapéutico). Es importante esta consideración cuando se realizan metaanálisis; y e) tratamiento de la “asertividad” en toda su dimensión como déficit de comunicación interpersonal. La falta de asertividad está implicada en cualquier relación interpersonal, de pareja, familiar o social. Aunque habitualmente suelen incluirse en los "pack" de entrenamiento en habilidades sociales, desde el enfoque de la TCTS es una clave importante cuando se intenta reestructurar el modo de pensar, pues muchas personas pasivas son implícitamente agresivas y sus enfados y depresiones viene por no aceptar que hay otros "puntos de vista".

 Desde las tesis transdiagnósticas, las “creencias disfuncionales (sesgos en el procesamiento de información)”, “internalización/externalización”, “sensibilidad a la ansiedad”, “atención focalizada”, “inhabilidad en la resolución de problemas”, “vulnerabilidad biológica y/o psicológica”, “condicionamiento clásico", "reforzamiento/extinción”, “hiperactivación autónoma”, “perfeccionismo (baja tolerancia a la frustración, exigencia, catastrofismo, moralidad), “alexitimia”, “afecto positivo/negativo”, “anhedonía”,  “activación cortical”, impulsividad,  incontrolabilidad, metacognición, etc., se consideran conceptos y procesos que están detrás de la mayoría de trastornos psicopatológicos, tales como los emocionales (ansiedad, depresión), trastornos de personalidad, psicóticos, de conducta, neuróticos, adicciones, control de impulsos, alimentarios, esquizofrenia, etc. Resultante de esta concepción, la terapia cognitivo-conductual transdiagnóstica se concentra en la búsqueda de protocolos integrados válidos para un conjunto de trastornos, algo con lo que coincide en gran medida la TCTS.

El artículo original (terapia cognitiva sintética) se encuentra en la página de psiquiatría. com (bibliopsiquis)

Autores: Victoriano Ramos y José Antonio Piqueras. 

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